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MAHOMA

Mahoma nace hacia el 570, el año del elefante, (algunos afirman que en el 580), fue hijo póstumo, y pronto perdería también a su madre. Su padre era de Medina y hachemíe, y su madre de la Meca, pero residían en esta ciudad. Cuando quedó embarazada fue obligada por su marido a parir en Medina. En el fondo Mahoma se sentía mequí, y nunca pudo superar que los coraixies no lo aceptaran. Fue criado por su tío Abu Talib, en La Meca.
Allí entraría en el negocio caravanero de la fascinante Jadicha. Cuando Mahoma cumplió 24 años, ella le propuso matrimonio. Aceptó encantado.
En la Meca gobernaba una rica aristocracia de comerciantes que se mantenían al margen de las monarquías yemenitas que eran las que tenían la hegemonía en la península.
La Meca vivía del comercio y, sobre todo, de la peregrinación a la piedra sagrada de todos los árabes: la Caaba (el cubo). Esta ciudad era el centro aglutinador de la cultura árabe. Algo así como el Omphalos y las Olimpiadas para los griegos. Todo eso lo sabía Muhammad.
Cuando la feria de la Caaba llegaba, se paralizaban las hostilidades. Allí se arreglaban los conflictos de las tribus, se comerciaba y, no era éste el asunto menos importante, se divulgaban las poesías de los más famosos juglares árabes.

610.- Con 40 años expone su doctrina (la crisis de los cuarenta), influido por las religiones que había conocido en sus viajes. Muy lentamente hace adeptos, mientras, aumenta la hostilidad de los coraixies que temen por el floreciente negocio que las peregrinaciones politeístas atraen a su ciudad.
610.- Ducar, batalla importante para los árabes. Por primera vez vencen a un ejército persa. Para éstos fue una escaramuza sin importancia, algo así como Covadonga en su momento. Aunque fueron árabes idólatras, Mahoma se da cuenta del potencial militar de su paisanos; sólo hace falta unirlos.

619.- Mueren Jadicha y Abu Talib. Mahoma, desolado y con 49 años, se casa con Aixa, una niña de 6 años, hija de su mejor amigo: Abubequer. Este absurdo matrimonio fue un intento de emparentar con el Profeta, con vistas a sucederlo, (recuérdese el matrimonio de Agripa con Julia, la hija de Augusto). Pero el virtuoso elegido de Alá la respeta, no se acostará con ella hasta que cumpla 9 años: ¡toda una mujer!. Para celebrarlo reliza la Hégira (24-IX-622).
La Hégira fue un minucioso plan mediante el cual todos los creyentes de La Meca fueron abandonando la ciudad para ser acogidos por los de Medina (Al Yatrib).
En Medina residía una numerosa comunidad judía, por lo cual su población estaba más receptiva a su religión monoteísta.
El último en marchar fue Mahoma. En Medina estableció un complejo sistema de alianzas y protección mutua. A la vez, con gran astucia, fue acumulando todo el poder político en Medina. Luego organizó unas bandas de saqueadores que se fueron curtiendo en la batalla hasta llegar a la provocación total que desencadenará la primera guerra contra los mequíes. La victoria musulmana fue absoluta.
La carnicería fue tan grande que Mahoma tuvo que intervenir para no quedarse sin prisioneros. El botín y los ingresos por rescates fueron inmensos.
Asesinó a la poetisa Asma bint Marwan y al poeta Abu Fak un viejo de 120 años por haber escrito: "Ahora ha venido un caballero diciendo: ¡permitido! ¡prohibido! en toda clase de asuntos, si queríais reconocer la fuerza y el imperio ¿por qué no seguistéis a Tubba?"
El siguiente paso era acabar con los hebreos de Medina, pues eran el mayor grupo de poder de la ciudad, y, a pesar de que había pactado con ellos mutua protección, los traicionó y aplastó, expulsando de la ciudad a los supervivientes.
Mahoma atacaba implacablemente las caravanas de los mequíes, para de esta forma yugular su economía.
Los mequíes se vieron obligados a presentar batalla a los de Yatrib.
11 de Marzo de 625.- Un contingente de 3000 hombres (700 con coraza y 200 a caballo) atacó a los de Medina en la batalla de Uhud. Mahoma no tenía caballería y sólo contaba con 100 hombres acorazados. Los musulmanes fueron aplastados, pero Mahoma logró huir. Los mequíes, no obstante, pensaban que había muerto y decidieron no atacar Medina.
Mahoma reagrupó a los supervivientes y preparó la venganza. Con su táctica del bandidaje atrajo para su causa a varias tribus de beduinos. Su poder iba creciendo. Sus métodos eran expeditivos, así por ejemplo no dudaba en descoyuntar, cegar, mutilar y empalar a los traidores. Aunque con el tiempo prohibió las torturas a los prisioneros.
Mientras tanto la lucha entre persas y bizantinos había creado un vacío de poder en la zona que Mahoma no estaba dispuesto a desaprovechar.
Poco a poco iban islamizándose mayor número de tribus, cerrándose el dogal en torno a la Meca. De nuevo los mequíes se lanzaron al ataque. Era el año 627. Esta vez el ejército lo componían 10.000 hombres, y recorrieron el mismo camino de la batalla de Uhud.
Mahoma no salió a campo abierto. Ordenó recoger la cosecha y cavó un foso alrededor de Medina.
En realidad los sitiados eran los mequíes, que no habían previsto el avituallamiento. Así pues surgieron las disensiones y levantaron el campo.
Mahoma asesinó a las tribus hebreas aliadas de los mequíes. Además tenía desplegadas bandas de sicarios que apuñalaban a todo aquel que pudiera erigirse en cabecilla.
Las conquistas fueron en aumento. El quinto del botín era para el Profeta.
Los dos mejores generales coraixies se pasan al bando mahometano: Jalid b. al-Walid y Amr b. al-As. Poco antes lo había hecho el príncipe árabe Chabala b. Al-Ayham (posible antepasado de los condes de Barcelona).

630.- Por fin atacó La Meca, que se entregó sin oponer resistencia.
A partir de ahí sus conquistas fueron imparables. Provisto de máquinas de asedio y con un ejército aguerrido dominó todo el norte de Arabia.
Instauró la práctica del azl (coitus interruptus) para violar a las prisioneras sin preñarlas y así poder venderlas como esclavas. En sus ratos libres escribía cartas a Heraclio instándole a que abrazara la nueva fe. El emperador bizantino le enviaba dinero para no tenerlo como enemigo, pues estaba muy ocupado guerreando contra los persas (logrará hundir el Imperio sasánida, sin saber el gran favor que le va a hacer al Islam).

Una vez conquistada la mitad occidental de Arabia regresó a Medina. Ahora ya tiene expeditas las rutas hacia Oriente y el Indico.

(NOTA.- Las vueltas a la Kaaba era un rito pagano que se llevaba a cabo desnudo. Mahoma prohibió hacerlo sin ropa).

Los dos últimos años de su vida estuvieron marcados por las herejías y discordias internas que él, sin éxito, intentó apagar.

Poco antes de morir reunió a su familia, pidiendo se tomase nota de sus últimas voluntades. Mahoma quería que le sucediese su gran amigo, y suegro, Abúbequer (que además era coraixí), pero su familia opinaba que la sucesión debía recaer sobre Alí, primo y yerno del Profeta (pues estaba casado con Fátima, su hija). Así que se negaron a plasmarlo por escrito, alegando que la revelación -El Corán- ya estaba completada. La discusión fue muy tensa, y Mahoma acabó por echarlos a todos. Era el presagio de lo que se avecinaba.

Por último ordenó: "Expulsad a los judíos y cristianos de Arabia", y con esta conmovedora frase entregaba su alma a Alá.
Era el 8 de junio del 632.

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EL ISLAM CRECE SOBRE EL HUMUS DE LAS CIVILIZACIONES ABIGARRADAS Y DINAMICAS QUE LE HAN PRECEDIDO EN EL MEDIO ORIENTE.
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